Aumentó de peso por la muerte de su hija

Mi nombre es Jessica Favela, tengo 37 años y vivo en Wichita, Kansas. Cuando pienso en mi niñez y adolescencia, tengo los mejores recuerdos. Mis padres son de México, por lo tanto disfruto cada segundo de esa herencia, a pesar de haber nacido en los Estados Unidos. Mi corazón está pintado de verde, rojo y blanco. Amo su música y por supuesto su deliciosa comida. La vida pasó en un abrir y cerrar de ojos. Me casé muy joven y tuve a mi primera hija que me llenó de alegría y amor. Como bien dicen, el primer hijo nunca se olvida. Después llegaron mis otras dos bendiciones, mis hijos menores. Todo era felicidad hasta que una noche hace cinco años, perdí a mi hija mayor. Desde ese momento, mi vida no volvió a ser la misma. Entré en un estado de tristeza y abandono total. Dejamos de comer en casa, pues preferíamos estar siempre afuera. Tiempo después, mi cuerpo me pasó la factura. Pesaba 200 libras y hasta me costaba respirar. Para mi cumpleaños, mi hija menor llena de ternura se acercó y me dijo que por favor me pusiera un vestido de nuevo, que me vería hermosa. Con mucho esfuerzo mirando su carita, le prometí que sería la mamá alegre y sana de antes, y así fue. Hoy, con 50 libras menos, soy una orgullosa madre Yes You Can!. Estoy saludable y me siento hermosa por dentro y por fuera. Disfruto con mis hijos cada segundo y sé que mi chiquita desde el cielo me llena de fuerza y aplaude por este gran logro. Yes You Can!