Como músico, siempre estuve convencido de que el talento era lo más importante para tener éxito, pero en los últimos años me di cuenta de que la apariencia también influye en el éxito. Tantas veces, alguien se interesaba realmente en mi trabajo al escuchar una grabación, y luego, en persona, todo cambiaba. Fue entonces cuando el presupuesto empezó a desaparecer, venían viejos conocidos, que ya me habían ofrecido trabajo, y cancelando la grabación con un millón de excusas que sabía que no eran ciertas. Fue tan duro tener que enfrentarme a los rechazos tantas veces y saber que mi peso me impedía llegar a la meta que quería.
 

Cuando tenía sobrepeso, estaba cansado todo el día; cualquier actividad simple como caminar hasta mi automóvil, abrir una botella o incluso cortarme las uñas me dejaba exhausto y con un dolor intenso en los músculos. Creo que habían pasado 10 años desde que dormí toda la noche, porque siempre me despertaba en medio de la noche sin poder respirar y sudando como si acabara de correr una maratón. Todo este tiempo tuve que gastar miles de dólares en médicos, masajes, medicinas para el dolor y tratamientos para poder dormir… Luego descubrí que tenía una condición de tiroides. Hoy siento que quemé todo ese dinero porque la solución siempre estuvo en mis manos, y nunca quise creerlo. Otra parte de mi vida que se había visto afectada es mi salud emocional. La obesidad hizo que mi vida sexual fuera un desastre, porque no tenía resistencia, incluso quitarme la ropa era un estrés enorme que eventualmente mataría el momento.

Siempre pensé que debía hacer algo con mi problema, pero me convencí de que ya era demasiado tarde para mí y seguí comiendo en exceso, a horas intempestivas y con la comida llena de grasa y azúcar. El momento en que decidí que era suficiente fue cuando hice un viaje a Disney World con mis amigos. Todos estábamos muy felices de ir y ya teníamos todo planeado para el viaje. Finalmente cuando llegamos al parque, sufrí la mayor humillación de mi vida: por mi peso no me dejaban montar en ninguna de las atracciones. Siendo latino en los Estados Unidos, esto me dio una gran sorpresa porque entre todas las personas que uno ve, uno nunca piensa que él o ella es “tan malo” y con tanta gente con problemas de obesidad mórbida, no debería ser tan difícil llevar una vida normal. La realidad es que es realmente difícil. Nunca olvidaré la cara de la chica en la montaña rusa que me dijo: “Disculpe, señor, pero la barra de seguridad no cierra del todo, así que no podemos dejarlo subir. Si quieres, puedes esperar a tus amigos en este banco.”
 

 Regresé tan deprimido de esta experiencia que llamé a una amiga para contarle lo que me había pasado, y ella me dijo que acababa de comprar su ¡Sí se puede! y estaba feliz. Fue entonces cuando fui a leer el periódico y ver de qué se trataba. Siempre admiré a Alejandro Chabán, no solo porque es mi compatriota, sino también porque realmente me pareció un modelo a seguir de éxito. Empecé a seguirlo en facebook pero me mentí diciendo que NO podía seguir su ejemplo. Era para otra persona. Cada post que leía esa noche me convencía más de que podía hacerlo, y así fue como empecé a aprender cómo podía transformar mi vida sin sufrir. Todos los consejos de Alejandro me ayudaron a cambiar por completo todos mis hábitos alimenticios y aprender la importancia del movimiento en nuestras vidas. Lo más importante es que superé mis miedos y comencé a convivir con el “gordo mental”, del que habla Chaban, sin dejar que me controle.
 

En solo 7 meses, perdí 111 libras, pasé de una talla de pantalón 56 a 36 y, por primera vez, pude comprar ropa fuera de la sección "grandes y altos". Mi vida cambió por completo. Hoy todos a mi alrededor me ven, me respetan y no me ven débil.Mi salud está mejor que nunca y ahora solo voy al médico para chequeos regulares. Personalmente, noté una mejora del 1000 %, mi vida sexual es saludable y sin estrés ni ansiedad. Ya obtuve lo que quiero y, con el ¡Sí se puede! programa de pérdida de peso  Obtendré más. La palabra “NO” ya no existe en mi cabeza, y no puedo creer que comiendo arepas, pastel de carne, plátanos e incluso hallacas pueda obtener un resultado tan sorprendente. Los batidos sustitutivos de comidas y los suplementos saludables  ayudan a muchas personas como yo, y nunca me canso de decirle a la gente que me rodea que SÍ SE PUEDE y que no hay mejor prueba que yo.